jueves, 17 de junio de 2010

TIENES CELOS Y MIEDO


Sientes celos de  mí,
celos de que para otros hombres
sea sensual, que otros me vean.

Tienes miedo a que el amor
llegue a mi vida, que otro hombre
sienta mis suaves y carnosos  labios.

Tienes celos y tienes miedo
a que me vaya de tu lado
para irme con otro hombre.

Miedo a perderme, a perder
tu capricho sexual, miedo
a que otro sienta mi cálida piel.

Tienes miedo a que deje
de importarme tu amor y me
aburra de tu cuerpo y de tu cama.

Tienes celos de mi belleza,
sientes celos de que me dé cuenta
que otros desean tenerme.

Sientes celos cada vez
que salgo sola a la calle y
no regrese a casa nunca.

Tienes celos y miedo
de mí, de lo que mi belleza
pueda provocar en otros hombres.
 
Dedicado para todos los celosos y celosas. 
 
AUTOR: TERESA AMECA SILVESTRE.


EN BOCA DE TODOS


La gente me llama perdida,
pues me gusta besar
a todo hombre que
conozco, nada de malo
tiene. Me insultan,
Critican y rechazan.

Hablan por hablar
y no saben que
para conocer un verdadero
amor tengo que andar
en boca de todos.

No me importa a cuantos
hombres tenga que besar,
viajo por el mundo
para hallar al hombre
que me haga sentir
especial, amada, protegida.

No me importa a cuantos
mas tenga que besar
pero quiero hallar
al hombre que me
robe un suspiro con
sus besos.

Porque para encontrar al principe azul o al verdadero amor siempre hay que besar sapos. Dedicado para todas las  adolescentes.

AUTOR: TERESA AMECA SILVESTRE.

CORAZON DE CRISTAL




La sensibilidad de un corazón
las palabras lo lastiman;
el corazón es de cristal, frágil
y nadie se percata de eso.

La gente juega al futbol
con el corazón, lo golpean
con palabras hasta que se quiebra
de dolor; y no piensan
que cuesta recoger los pedazos,
que cuesta reconstruirlo.

Recién construido el corazón
lo vuelven a quebrar
y otra vez: reconstruirlo.
El corazón no puede llorar
pero si puede dejar de palpitar
y quebrarse con desprecios.

El corazón no puede hablar
pero puede sentir, de eso vive:
vive de las emociones
mas no puede vivir de tristezas
e ilusiones y quebrar un
corazón de cristal es lo peor
que un hombre puede hacer.

El corazón es de cristal
y si lo quiebras será imposible
encontrar sus piezas y unirlas.
Si el corazón se quiebra y
es reconstruido no será igual:
será más rígido o más frágil.

AUTOR: TERESA AMECA SILVESTRE.