lunes, 8 de junio de 2009

ADOLES-CENCIA


Confundí el amor con la pasión,
creí haber encontrado amor
y sólo encontré pasión disfrazada.
Creí haber tocado las estrellas
y el cielo, y hallé tierra y engaño.

Creí haber conquistado un corazón
y sólo conquisté un cuerpo,
no pude llenar de amor un corazón
solo pude satisfacer un cuerpo.
Como adolescente me confundí.

Como adolescente fui engañada
y se burlaron del amor que sentí,
fui el capricho de un hombre
que pensaba que por ser adolescente
no tenía derecho de amar a mi edad.

Los adolescentes también aman,
se enamoran de corazón y con el alma.
Ser adolescente también significa amar,
sufrimos más en las separaciones
porque a nuestra edad somos sensibles.

No es justo que los adultos piensen
que no amamos, ser adolescente
no es tan fácil porque confundimos
lo que sentimos pero no significa
que no se tengan sentimientos puros.

Piensan que no sentimos amor
pero no es así, somos más sensibles
y cuando nos engañan por amor
hacemos locuras por recuperar el amor
y eso es algo que los adultos no hacen.

Somos atrevidos, rebeldes pero detrás
se guarda aún un amor sincero, amor
que con el tiempo y la desilusión
se convierte en juego, en aventuras.
Y todo es porque juegan con nuestro
corazón y nos lastiman sin piedad.
AUTOR: TERESA AMECA SILVESTRE.

1 comentario:

  1. Tu poema me dejo pensando en una rima de Becquer muy conocida: aqui la dejo (y te mando mis saludos)

    —Yo soy ardiente, yo soy morena,
    yo soy el símbolo de la pasión,
    de ansia de goces mi alma está llena.
    ¿A mí me buscas?
    —No es a ti, no.

    —Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,
    puedo brindarte dichas sin fin.
    Yo de ternura guardo un tesoro.
    ¿A mí me llamas?
    —No, no es a ti.

    —Yo soy un sueño, un imposible,
    vano fantasma de niebla y luz.
    Soy incorpórea, soy intangible,
    no puedo amarte.
    —¡Oh ven, ven tú!

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